EA SPORTS FC™ 25 presenta a 13 nuevos héroes en Ultimate Team para que se unan a un elenco lleno de estrellas del fútbol sobrehumanas.
Eden Hazard siempre sabía cuál era su próximo movimiento: eludía a los defensas con sus regates laberínticos y recorrió su propio camino hacia la gloria desde Lille hasta Londres y más allá. Cada cambio de dirección tuvo un propósito y ninguno fue mayor que su elección de convertirse en blue. Durante su experiencia en el Chelsea, Hazard evolucionó de talento prometedor a héroe top para llegar a ser campeón de la Premier League. Desde entonces, se abrió paso entre sus rivales y trazó su propio camino hacia la gloria.
«Todos soñamos con un equipo de Carraghers». Y a veces, en Merseyside, este sueño parecía realidad. Jamie Carragher estaba en todas partes, siempre presente, en el Liverpool y disputó más de 700 partidos con el club de su infancia. Su ascenso destacó por una de las mejores remontadas de la historia del fútbol, en la que un Carragher top ayudó a los reds a borrar una desventaja de 3-0 y levantar el trofeo de la Champions League. Un héroe inolvidable: la afición aún podría cerrar los ojos y ver la silueta de Carragher sobre el campo.
Temido por sus enemigos. Aclamado por la afición. Jaap Stam se abrió paso a choques, marcajes y entradas por las ligas holandesas, dejando un reguero de atacantes magullados y trofeos alzados a su paso. Pero fue durante su paso por Inglaterra cuando se ganó el apodo de "el destructor holandés", un mastodonte en su época top que luchó hasta lograr un triplete. Stam fue galardonado como el mejor (y más temido) defensa de Europa y se marchó a Italia para demostrarlo de nuevo.
Al igual que el legendario coloso de Rodas, la estatura de Yaya Touré aterrorizaba a sus rivales. Pero fue su habilidad con el balón lo que le convirtió en un auténtico héroe. Touré en su versión top fue un seguro de vida y ayudó al Manchester City a levantar su primer título de la Premier League en 44 largos años, gracias a un doblete de goles en la penúltima jornada que propició la inolvidable gesta de cierto argentino en la última jornada. Con su club y con su selección, Touré siempre demostraba que era capaz de aunar fuerzas para su equipo y llevarlo hacia la victoria.
Si el rival no marcaba, era culpa de Tim Howard. Conocido por pararlo todo, el número 1 de Estados Unidos no se detendría ante nada para alcanzar la gloria, y se retó a sí mismo con el fútbol de la Premier League al principio de su carrera. Encontró su casa en el Everton y su momento top en 2009 al parar dos penaltis contra su antiguo equipo para hacer que los toffees alzasen la FA Cup tras una final inolvidable. Y como cualquier gran guardameta, Howard nunca miraba atrás; un auténtico héroe para su club y su país.
Siempre ahí, y en todas partes. Esa es la paradoja de Laura Georges, una futbolista cuyos viajes alrededor del mundo la transformaron en una fuerza inamovible sobre el campo. Desde su etapa universitaria en los Estados Unidos como defensa central hasta llegar su nivel top como capitana del Olympique de Lyon y ganadora de la UEFA Women’s Champions League, Georges lo daba todo y no se dejaba nada en el tintero. Una líder. Una roca. Una heroína.
Al igual que Roma, Il Colosso de Milán no se construyó en un día. El primer superpoder de Maicon fue convertir la adversidad en fuerza: un chico delgado de Brasil que trabajaba cada día para hacerse más grande, más rápido, más poderoso. Su debut en Italia, donde ganó la Supercoppa Italiana, sentó las bases de todo lo que estaba construyendo. Y en cuatro años, un Maicon relativamente desconocido se convirtió en una fuerza espléndida en el fútbol mundial al llevar a su club a un triplete como un héroe top realmente colosal.
No todos los canteranos pueden ver un camino claro hacia el primer equipo. Guti lo veía todo. Su visión sobre el campo le ayudó a subir de categoría en el Real Madrid; un talento de la cantera que acabó disputando más de 500 partidos con el club de su infancia. Durante su etapa top, destacó por sus pases precisos y el montón de trofeos que acumuló, incluido un triplete icónico en 2011. Y aunque era imposible ver el juego como él, todos los que le vieron jugar lo vieron claramente: como un héroe.
Fara Williams nació para hacer el bien y estaba destinada a ser grande. Se abrió paso desde sus comienzos humildes hasta alcanzar el estatus de heroína y elevó a sus colegas de equipo, a su país y a todo el fútbol femenino a lo largo del camino. Fara, capitana del Everton y una de las futbolistas más queridas de Inglaterra, lideraba desde el centro del campo y marcaba por diversión. Su heroísmo le valió varias distinciones individuales en sus años top, incluida el nombramiento como Miembro de la Orden del Imperio Británico por parte de la reina. Pero lo que le importaba era lo que hacía por su gente y es para siempre una heroína merecedora de su apodo real: la Reina Fara.
Ze Roberto era eléctrico. Pura energía con el balón y con una asombrosa capacidad para sorprender a sus rivales. Solo necesitaba un el escenario adecuado para esclarecer su camino de héroe. El Bayer Leverkusen fue esa plataforma, un club al que lideró durante su etapa top para competir en lo más alto del fútbol alemán, e incluso llevarlo a la final de la UEFA Champions League en 2002. Fue allí donde adquirió la capacidad de iluminar cualquier partido, en cualquier liga y a cualquier nivel. Fue allí donde se convirtió en un héroe.
Celia Sasic era sensacional, con una capacidad sobrehumana para detectar oportunidades en cualquier parte del campo. Su increíble olfato de gol y su instinto rematador hacían que convirtiese en gol hasta la más mínima ocasión. En su periodo top, convirtió esos goles en botas de oro, dos Campeonatos Europeos y la grandeza de hacerse con la UEFA Women’s Champions League. Su gol en la final aseguró a su amado Frankfurt un título de la UWCL inolvidable, y le otorgó un lugar en el corazón de la afición para siempre como heroína.
Tal como su icónica cresta, el juego de Marek Hamšík creció y se afiló con el transcurso de los años: una década de lealtad en Nápoles, donde pasó de ser un eterno aspirante a hacer historia. Hamsik aprovechaba cada mala racha para convertir la dificultad en fortaleza y rebatir a quienes dudaban de él al convertirse en capitán del equipo y vengarse de su derrota anterior tras levantar la Supercopa de Italia en su momento top. «Marekiaro» llegó al Nápoles como una joven promesa. Se marchó como máximo goleador del club, futbolista con más partidos y un auténtico héroe del club.
Control. En eso se basaba el juego de Mohammed Noor, que se convirtió en su superpotencia para llegar a ser uno de los futbolistas más impresionantes que Asia haya visto jamás. En primer lugar, perfeccionó su habilidad para controlar el balón y regatear hasta lograr varios títulos de liga. Más tarde, perfeccionó su habilidad para controlar a sus rivales y sacar a los defensas de su posición con solo dejar caer el hombro. Durante su etapa top, sus gestas llevaron al Al Ittihad a la gloria continental; fue un héroe que sabía controlar de verdad el juego.
Aunque pudieras ver el juego como Blaise Matuidi, nunca serías capaz de seguirle el ritmo. El incansable centrocampista detectaba el peligro antes que nadie y se abalanzaba para detener un ataque o recuperar el balón. Matuidi, varias veces campeón de liga y de la Copa del Mundo en 2018, extendía los brazos para celebrar cada gol y la afición tenía la oportunidad de ver su verdadera forma: la de un héroe que volaba por el campo y aupaba su equipo hasta los títulos.